“De la mano. Juntos, paseamos por las calles de una hermosa ciudad. Hoy, hacemos 6 meses. Me vendas los ojos y me conduces, misteriosamente, hacia no sé dónde.
“Ya hemos llegado”, me dices. Tomas mis manos para recorrer suavemente mi rostro antes de deslizar ese pañuelo que me acabas de regalar y que se ha convertido de manera improvisada en una venda para tapar mis ojos. Ahora puedo ver. De repente un escalofrío recorre mi cuerpo.
No tengo palabras. Podría haber imaginado millones de cosas, pero ninguna, absolutamente ninguna, se aproximaba a lo que estaba contemplando. Qué bonito. Desde aquí se ve la Catedral, la Plaza de la Universidad y mil callejuelas por las que hemos paseado una y otra vez, completamente iluminadas. Se ve todo tan idílico desde aquí arriba… Permanezco inmóvil durante unos segundos hasta que me besas en la mejilla, entonces reacciono.
- Me encanta, amor. Gracias.
- ¿Te gusta? No sabía que regalarte y, bueno… me pareció buena idea regalarte mi ciudad. Regalarte cada rincón, cada bar, cada cine… Tienes mi ciudad a tus pies. Puedes subir aquí cuando quieras, sola o acompañada, y recordar cada momento que hemos pasado juntos en esta ciudad. – Respira, mientras espera una respuesta pero yo, sigo embobada disfrutando de las vistas – Mira, ves allí… - dice, mientras señala con el dedo el banco de un parque cercano – ¿recuerdas?...
- Cómo no voy a recordarlo, pequeño… Fue la mejor noche de mi vida. Allí empezó todo.”
Sí, allí empezó todo. Hacía 6 meses que estábamos juntos y seguía sintiendo los mismos nervios cada vez que quedaba con él. Era todo tan bonito que no podía ser ni real…
MC.
Para ti Andrea. Un beso.
Borrones en un papel,
MC.
Recuerdo una y otra vez cuando paseo con él por esas hermosas calles... que lastima que este tan lejos.
ResponderEliminarPero lo siento tan cerca...
Muchisimas gracias preciosa.